miércoles, 29 de junio de 2011

¿Qué Extrañas?

Después de la inmensa soledad que sentí desde tu ausencia. Mis días se volvieron una rutina. Abrir los ojos por las mañanas, estirarme sin encontrarle el sentido a nada, recogiéndome mi cabello negro lacio y rebelde y caminar hacia el baño, mirarme al espejo, coger el cepillo de dientes y me daba cuenta que las ganas habían desaparecido de pronto. Las ganas de continuar. Ya no veía el reflejo del sol por mi ventana, era el primer invierno, donde el frío invadía mi cuerpo y mi alma, y lo mojaba de su color gris. Mis ojos despertaban iluminados de las esperanzas de verte algún día. Corren los meses y aún se me vuelve imposible borrar cada mirada, cada beso, cada ilusión, cada detalle de mi mente.
De pronto me preguntaste qué extrañaba de ti. No pude jamás responderte pero lo diré ahora. Extraño cada instante que disfrutaba verte reír, donde tu felicidad era también la mía. Extraño decirte lo inquieta que estaba por ir a buscarte a donde estuvieses, yo siempre iba a ti. Extraño esos ojos, que en algún momento solo fueron míos, y moría por besarlos. Extraño tu debilidad cada vez que me acercaba a ti y no podías negarme nada. Extraño esos días de almuerzo, que amaba verte comer hasta atragantarte. Y yo te miraba como lo más hermoso que me había pasado. Extraño estar pendiente de ti, cuando no podías continuar, yo era quien te alentaba y te apoyaba en los trabajos o en lo que estaba en mis manos. Extraño tus ocurrencias por hacerme reír a más no poder, y también las ganas para hacerme renegar. Y es que éramos como dos niños peleando y luego diciendo el uno al otro “te amo”, por más diferentes que seamos. Extraño visitar tu casa, tu hogar, donde me sentía cómoda. Y en cada rincón donde pasamos momentos inolvidables. Extraño tus caricias, tu ternura, precisamente el momento que acariciabas mi rostro como si fuese lo único que te interesaba de mi. Extraño los detalles que por más pequeños que eran, fueron los que me enamoraron de ti. Un simple video donde me hiciste sentir alguien especial, jamás olvidaré ese y muchísimos mas detalles. Extraño saltar de emoción y saber que te veré dentro de unas horas. Mis días fueron así, jamás me hubiera cansado de ti. Extraño que toques la puerta y sentir una felicidad inmensa de tenerte en casa, de prepararte desayuno por las mañanas, cuando te quedabas. Extraño tu apoyo, tu aliento aunque no lo creas, en los momentos difíciles que estado pasando, solo te quería a ti. Extraño aquellas travesuras que solo contigo compartía, y que solo lo sabemos tu, yo y la luna. Extraño conversar de lo que nos paso durante la semana o el día. Extraño escuchar tu voz, desde el día que te conocí tu voz solo me brindaba paz y calma. Extraño aunque suene inverosímil, tus celos por cualquier idiota que se me acerque, pero es parte de la relación. Extraño aquellas peleas que pasábamos un mal momento pero a pesar de ello, no dejé de amarte. Extraño tus nalgadas cada vez que hacía algo mal, siempre estabas tú para corregirme. Extraño cuando te engreías aunque yo era la que te superaba en ese sentido. Extraño tu orgullo porque era lo que mas amaba de ti, aunque siempre luchaba con eso. Yo no soy orgullosa y soy la que siempre cedía, quizás eso no hubiera sido un obstáculo. Aunque a estas alturas no se si tuvo que ver. Extraño tu sensibilidad de amar, un hombre que llore sin miedo y sobre todo cuando lo hacías conmigo. Extraño que seas tú, y que no sea cualquier otro. Quizás no eres perfecto pero sé que en algún momento te darás cuenta que si uno ama, lo acepta con su única esencia que tiene el hombre, la personalidad. Extraño a ese hombre testarudo, tierno, orgulloso, infantil, inteligente, y un poco cerdo para algunas ocasiones. Jamás podré entender que después de tanto tiempo aún sigas tan presente en mí, a pesar de la distancia.
Y Solo pensaré en la decisión que hoy he tomado. Continuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario